17 feb 2012

Luchar o morir

"A veces las cosas se intuyen. Tan las buenas como las malas. Y eso ha pasado..."


El despertador suena todas las mañanas. Te diriges a tu puesto de trabajo. Una jornada laboral que se presenta con incertidumbre. La cosa no está muy clara. La crisis ha ido desgastando el ambiente del día a día. Y sabes que puede traer consecuencias.
Pero a pesar de ello, estas con tus compañeros y hay momento para todo. Comentáis la actualidad, sobre todo la deportiva, habláis de vuestra lucha en el comunio, de política, entre otros temas.


Pero todo ha cambiado de la noche a la mañana. Era previsible, pero cuando te lo comunican es muy duro. Ya no se habla de la misma forma, con la misma alegría. Es más, para a los que os importa vuestro futuro, la temática en vuestras conversaciones han cambiado.

El despertador tiene que seguir sonando, pero con otro tono. La luz al despertar tiene otro color. El color del agobio por no encontrar respuestas, por chocar con la pared cuando planteas alguna alternativa para cambiar la situación.

Habrá falta de pago, para los trabajadores, claro. Ellos seguirán viviendo en sus pedazos de casas, conduciendo sus buenos coches. Disfrutando de ferias, romerias y demás eventos. No tendrán problemas para llenar la cesta de la compra. Pero en cambio, tú y el resto de afectados hasta completar los 191, tendréis que luchar por conseguir una insignificante indemnización.

Todo lo luchado y trabajado, se esfuma. En definitiva, el trabajador lleva todas las de perder. Aunque también los hay que se alian con los empresarios, a pesar de no cobrar nada y estar dentro del mismo saco (o no).

Esta crisis está causando estragos en la mayoría de las casas de Andalucía. Raro es encontrar a familias que no sufran esta situación. Bueno alguna queda, sí. La del "cetáceo" no sufrirá.

Y por finalizar y a modo de reflexión: hay que luchar por los derechos individuales y colectivos. No se puede volver la vista hacia un lado y pasar de todo. Si los trabajadores no se unen, los empresarios tienen todas las de ganar.

Y a ti, que eres un buen trabajador y compañero. Pero por encima de todo, buena persona. Seguro que salimos de esta. No sabemos lo que nos traerá el futuro. Pero hay que intentar que sea lo mejor posible. Y como siempre digo: "después de la tormenta siempre llega la calma. Y hay que renovar ilusiones". Y como sabes, estaré a tu lado, siempre. Pase lo que pase.

Tqm.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, ¿que te voy a decir yo?

que gracias por estar siempre ahí, en las duras y en la maduras. Seguiremos luchando y pensando que pasó una etapa de nuestras vidas y ahora hay que sguir cumpliendo etapas, así que a buscar la siguiente a ver que nos depara.

Tqm.