Con motivo de la noche abierta de los museos, visitamos Itálica. Ciudad romana enclavada en el pueblo de Santiponce.
Fue muy interesante.
Ha eso de las 23:45 horas, accedimos al reciento monumental.
Acompañados por una guía, nos fue revelando todos los entresijos del Anfiteatro. Descubrimos el alcantarillado que todavía se conserva y utiliza de época romana. Cómo ya existian "palcos vip" en este caso para los Patricios.
Así como capilla y enfermería para socorrer a los gladiadores profesionales, venidos de distintos lugares del Imperio. Incluso nos descubrío, de qué forma llegaban estos luchadores. Parece ser que los asistentes al evento, que tenía lugar en el anfiteatro, dejaban escrito en las paredes los nombres de aquellos gladiadores que querían que se contratara para verlos luchar en Itálica.
Una de las cosas que más me impactó, fue cuando nos contó que para la construcción de la antigua nacional de Extremadura, se utilizaron materiales y bloques de hormigón del propio anfiteatro. Motivo por el cúal ahora han tenído que hacer intervenciones, para evitar más derrumbes. En definitiva, se utilizó como cantera hasta que no hubo una ley de patrimonio que lo amparara.
Debido a estas intervenciones, no solo pierde el conjunto estéticamente sino estructuralmente.
Según nos comentó la encargada del conjunto, para obtener los materiales, hacian perforaciones en los muros e inyectaban dinamita. Esto conlleva filtraciones en época lluviosa y no da tiempo a que el material calizo evacúe el agua. Por lo que internamente se va erosionando y perdiendo la sujeción de los bloques romanos.
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| Muestra de la pérdida de parte del graderio con las intervenciones llevadas a cabo. |
Es un pena, cómo el 5º anfiteatro más grande del Imperio, no ha tenido la suerte de caer en manos que lo cuidaran y valoraran.
Otra muestra, es que para ver parte de sus esculturas y mosaicos originales, hay que dirigirse al Palacio de Lebrija o la Casa de Pilatos. Fue propiedad de la Condesa de Lebrija y para decorar su vivienda, no se dirigió a Ikea o El Corte Inglés. Pensó que le quedaba más original una escultura de Adriano o un mosaico de una casa patricia.
Pero a pesar de todo esto, merece la pena acercarse y pasear por este complejo arqueológico. Que debido a la cantidad de gente que lo cuida diariamente, por ejemplo la amable guia que nos acompañó, puede una imaginarse lo que tuvo que ser en su esplendor.
