Una mañana al abrir los ojos y mirar la luz a través de la ventana, notó que algo era distinto al resto de los días.
Sentía que su mente nada tenía que ver con su cuerpo. Al levantarse, se miró al espejo y no se reconocía. La imagen que tenía delante no era la que tenía dibujada de ella en su mente.
No se trataba de su imagen física. A través del espejo pudo ver su interior, su alma.
En un primer momento pensó que quizás estaba soñando, pero pronto se dió cuenta de que no era así. Tendría que afrontar, a partir de ahora, que había estado viviendo otra realidad.
A partir de ese día, no volvió a ser la misma persona. Nada le ilusionaba, ni su presente ni su futuro.
Su día a día era cada vez más duro, más amargo. Hacía las cosas por impulso y para no levantar sospechas entre los suyos. Para que no la vieran que realmente estaba triste y que no tenía felicidad en su interior.
Esa persona, se dió cuenta de que no volvería a tener otra oportunidad. Su vida estaba marcada, su rumbo, su destino. Tendría que aprender a vivir de esa forma.
Hay personas que tienen la suerte de vivir la vidad con plenitud. Otras en cambio saben que no podrán hacerlo nunca. Eso descubrió a través del espejo, una mañana.
Mostrando entradas con la etiqueta Cartas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cartas. Mostrar todas las entradas
18 sept 2011
23 abr 2011
Al cielo
Hoy sigue lloviendo.
Ha sido, porque podemos decir que ya ha terminado, una Semana Santa imposible.
No ha salido ni tu Gran Poder ni tu Esperanza de Triana. Fíjate después de 125 años saliendo.
No he salido de nazarena, pero tengo ilusión por salir el año que viene. ¿Vendrás conmigo, verdad?
¿Has visto lo guapa que iba de mantilla? Aunque no le dejó la lluvia, disfrutó mucho.
Te echamos mucho de menos. Aunque sé que estas en cada uno de nosotros, acompañándonos.
Ya no son las mismas Semanas Santas que antes, que hace dos años, pero lo intentamos. Solo para que a través de nuestros ojos puedas volver a vivir y disfrutar de tu Sevilla.
TE QUIERO MUCHO.
Ha sido, porque podemos decir que ya ha terminado, una Semana Santa imposible.
No ha salido ni tu Gran Poder ni tu Esperanza de Triana. Fíjate después de 125 años saliendo.
No he salido de nazarena, pero tengo ilusión por salir el año que viene. ¿Vendrás conmigo, verdad?
¿Has visto lo guapa que iba de mantilla? Aunque no le dejó la lluvia, disfrutó mucho.
Te echamos mucho de menos. Aunque sé que estas en cada uno de nosotros, acompañándonos.
Ya no son las mismas Semanas Santas que antes, que hace dos años, pero lo intentamos. Solo para que a través de nuestros ojos puedas volver a vivir y disfrutar de tu Sevilla.
TE QUIERO MUCHO.
25 mar 2011
Uno de tantos
Todos empiezan igual. Aunque el de hoy cuesta un poco. Sí, cuesta porque los dolores han madrugado. Aun así miras al frente y afrontas el día.
Al montarte en el coche, te gusta ir escuchando la radio. Vuelven a sonar los mismos debates sobra la triste política de nuestro país. Y ninguno solucionan tu problema. NINGUNO.
Pero siempre analisas las noticias de forma crítica, te favorezcan o no.
Desde hace ya un año largo, todo está estancado. El teléfono suena poco y muy de tarde en tarde. Y sobrellevando las falsa promesas laborales.
Al final del día, eres féliz llegando a tu casa y estando con los tuyos. La noche es dura. Puede que hoy te vuelva a costar trabajo dormir del tirón. El futuro es incierto y encima sin tener al lado, a la que tanto has querido y sigues queriendo.
Pero tu generación es distinta, muy distinta a la de hoy. Tengo la suerte de mirar la vida, como me has enseñado. "Día a día". No aspirando a más de lo que se pueda y siendo feliz con pequeñas cosas. ¡Lo que te gusta un día de otoño, con llovizna!
Por eso, solo decirte GRACIAS y TE QUIERO.
Al montarte en el coche, te gusta ir escuchando la radio. Vuelven a sonar los mismos debates sobra la triste política de nuestro país. Y ninguno solucionan tu problema. NINGUNO.
Pero siempre analisas las noticias de forma crítica, te favorezcan o no.
Desde hace ya un año largo, todo está estancado. El teléfono suena poco y muy de tarde en tarde. Y sobrellevando las falsa promesas laborales.
Al final del día, eres féliz llegando a tu casa y estando con los tuyos. La noche es dura. Puede que hoy te vuelva a costar trabajo dormir del tirón. El futuro es incierto y encima sin tener al lado, a la que tanto has querido y sigues queriendo.
Pero tu generación es distinta, muy distinta a la de hoy. Tengo la suerte de mirar la vida, como me has enseñado. "Día a día". No aspirando a más de lo que se pueda y siendo feliz con pequeñas cosas. ¡Lo que te gusta un día de otoño, con llovizna!
Por eso, solo decirte GRACIAS y TE QUIERO.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)